Toyota Venezuela ha divulgado un comunicado a sus trabajadores de la ensambladora en Cumaná (estado Sucre, este) en el que les confirma que a partir del próximo jueves 13 de febrero ocurrirá una parada indefinida de producción de planta debido a problemas de suministros, la cual tendrá un carácter crítico. La parálisis en la producción de sus carros será por un tiempo inicial de 45 días hasta que al fabricante le sean otorgadas las divisas para importar autopartes.
En Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, rige un estricto sistema de control cambiario desde 2003 que deja en manos del Estado el monopolio de la administración de divisas y los problemas de falta de productos básicos o insumos industriales se han multiplicado en el último año, al tiempo que el país perdió un tercio de sus reservas en divisas.
Las empresas automotrices en el país Bolivariano,sólo pueden adquirir dólares a través de un complejo proceso burocrático de subastas llamado Sicad, a una tasa actual que oscila entre 11 y 12 bolívares por dólar. Las importaciones prioritarias pueden solicitar dólares a 6,30 bolívares, mientras que en el ilegal mercado paralelo la divisa estadounidense cotiza unas once veces más caro, en torno de los 70 bolívares.
“A partir del 13 de febrero de los corrientes, ocurrirá una parada indefinida de producción de planta, la cual tendrá carácter crítico, tomando en cuenta que no solo se afectarán las actividades de producción, sino también las actividades administrativas de nuestra planta se reducirán a labores imprescindibles”, dice el comunicado, el cual está dirigido a los colaboradores y al equipo de trabajo, se explica que la planta se encuentra “9en una situación sumamente difícil” por diferentes causas, ajenas a la voluntad de la empresa, que afectan la continuidad operacional, “debido al faltante de piezas”.
“Inicialmente, durante las primeras dos semanas de parada de producción, Toyota garantiza el pago del salario básico y de beneficios contractuales asociados, y en lo sucesivo, se les informará sobre las propuestas que puedan surgir para afrontar la delicada situación y garantizar la supervivencia de la empresa”, dice el escrito.
“Estas medidas y acciones son necesarias y obligadas, para la supervivencia y la continuidad de la empresa, por lo que contamos con su apoyo y unidad para salir adelante”, finaliza el comunicado.
El martes pasado, la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) informó que la producción de vehículos en las ensambladoras privadas venezolanas registró una caída de 84,78 % en enero de este año en comparación al mismo mes de 2013, al producir 296 unidades frente a las 1.945 unidades el año pasado.
El presidente de Cavenez, Enrique González, dijo entonces que la drástica caída de la producción privada obedece al “gran nivel de deuda con proveedores internacionales” por los “atrasos en la escasa” oferta de divisas entregada a los privados.