Para hoy les traemos una de las más llamativas novedades del Salón de París 2012: el Abarth 500, un carro personalizado inspirado en Maserati. Podemos decir que este nuevo modelo modifica la centralita del motor, la suspensión y el sistema de frenado. Además muestra nuevos detalles en el exterior que le dan un aspecto exclusivo.
Con el Abarth 595 Turismo la italiana Fiat está haciendo su mejor esfuerzo para desafiar el dominio de MINI en el mercado de carros subcompactos con su propio Fiat 500.
El Abarth 595 Turismo cuenta con numerosos detalles internos y externos para aquellos clientes que buscan la elegancia, la sofisticación, el confort y la deportividad más exclusivos y orientados hacia el mundo de los Gran Turismo. Por fuera, se ofrecen tres combinaciones bicolor: el nuevo Gris Pista metalizado con el Rojo Officina; Nero Scorpione con Blanco Gara; y Gris Pista con Gris Campovolo, además de una oferta de colores metalizados y del metalescente Blanco Iridato. Lo que más llamativo de este modelo es la reedición del histórico logo 595 de aluminio en el lateral de la carrocería y en el portón trasero, este último decorado también con la palabra Turismo en aluminio.
El Abarth 595 Turismo puede elegirse entre una amplia oferta de llantas de aleación de 17”. Los controles del cambio están situados en el volante deportivo de piel negra con radios calados del mismo color de los asientos, disponibles solo con tapicería de piel en cuatro colores (Cuero, Nero, Rojo y Gris). Los pedales, la talonera y el embellecedor de la palanca de cambio en tejido de fibra de vidrio con acabado aluminio Alutex.
El Abarth 595 Turismo monta un motor de cuatro cilindros y 16 válvulas 1.4 (1.368 cm3) Turbo T-Jet sobrealimentado con un turbocompresor IHI de geometría fija que entrega nada menos que 160CV y un par de 230NM a 3.000rpm. Tiene una velocidad máxima de 211kms/h y una aceleración de 0 a 100kms en solo 7.4 segundos. Son unas prestaciones del más puro estilo Abarth pero con consumos modestos: 6,5 litros/100kms en el ciclo combinado.
