La BMW ha confirmado que sus primeros autos eléctricos, el i3 y el i8 no tendrán una segunda generación debido a su disminución en las ventas. Según el fabricante alemán enfocará su trabajo en autos más apetecidos en la actualidad como los sedán y Crossovers, los cuales obviamente que serán eléctricos.
Según el fabricante el i8 terminará producción tan pronto como se agote la edición especial Sophisto, limitado a 200 unidades, con carrocería Coupé y Roadster. El nombre proviene del tono de pintura gris oscuro y fungirá como la edición final del deportivo híbrido.
Igual suerte correrá el BMW i3, el cual tiene un costo de producción bastante elevado, más si tomamos en cuenta que en cinco años vendió menos de 20,000 unidades, por lo que parece entendible que la marca no quiera invertir en un relevo. Este familiar de tipo monovolumen era una alternativa razonable a eléctricos “populares” como el Nissan LEAF o el Chevrolet Bolt. No se especificó cuándo cesa producción, pero llegará en 2020.
Sin embargo, el fabricante bávaro parece querer enfocarse en los segmentos más “tradicionales” de los eléctricos, es decir, sedanes y Crossovers, justo los segmentos que ha atacado con éxito Tesla, que es la que marca la pauta actualmente para los vehículos propulsados por electricidad.
Los últimos prototipos eléctricos desarrollados por BMW anticipan una SUV con el nombre de iX3 y un sedán con la teórica denominación de i4, del tamaño aproximado de una Serie 5.